Me encontró la aventura

 Me Encontró la aventura

“Uno no nace con experiencia, la experiencia se obtiene de las situaciones vividas.”

Mi vida cambió aquella noche cuando inesperadamente, una tormenta hundió el bote, en el que yo viajaba.Por suerte, logre escapar a tiempo. La marea me arrastró hasta la orilla de una playa. Traté de calmarme, pero no dejaba de temblar. Sin darme cuenta me quedé dormida.

Al otro día,desperté y descubrí que no estaba en la playa, sino en una cueva. Estaba bien amarrada ¿Cómo llegué aquí? ¿Quién me amarró? Tuve un mal presentimiento. Al rato, logré soltarme de las cuerdas. No encontré la salida, pero si encontré a una mujer amarrada, era Vanessa, del equipo de la tripulación. Me acerqué a ella y cuando la toqué me di cuenta que estaba muerta, ahí me percaté de que si no salía de aquí, iba terminar como ella.

Al fin pude encontrar la salir de la cueva. Ahora estaba perdida en la selva. Caminé por la selva por cuatro horas buscando a algún sobreviviente, pero no encontré a nadie. Ya estaba anocheciendo, con la poca experiencia que tenía comencé a recolectar ramas para hacer una fogata. Froté las piedras hasta que logré encender el fuego. No podía dormir, pensando en que podría morir en cualquier instante. Las lágrimas comenzaron a bajar de mis ojos, no pude aguantar más. Sólo era una joven de 21 años ¿Cómo sobreviviré en esta isla? Otra persona hubiera tenido más posibilidades de sobrevivir; pero yo, una mujer débil, miedosa y con poca experiencia, no tendría posibilidades. De repente, escuché unos gritos, no muy lejos de aquí. Pensé que podría ser algún sobreviviente herido. Respiré hondo y comencé a buscar. Cuando encontré el lugar, me topé con un lago de sangre. Reconocí a cada uno de ellos, eran miembros de la tripulación. Lentamente me alejé del lugar;cuando de repente, un hombre se me echó encima tratando de amarrarme. Yo luché por liberarme de él. El hombre trató de coger su arma, pero yo la tomé. Sin pensarlo, apunte hacia él y con toda mi fuerza, tiré del gatillo.

 Nunca quise matar a nadie, pero no tuve más opción. Después de esto nunca he sido la misma.

Finalmente después de un tiempo me percaté que fui la única sobreviviente, el resto había muerto. Para sobrevivir tuve que aprender a cazar, pescar y beber agua de los ríos. No quisiera tener que pasar por esto de nuevo, pero gracias a esta experiencia me convertí en una mujer luchadora, fuerte y valiente, que nunca se rendirá ante ninguna situación. Yo sólo salí a dar un paseo en bote. Me encontró la aventura.